D. José Luis Jiménez Fernández

IN MEMORIAN D. José Luis Jiménez Fernández

Conocí a José Luis en la capilla de San Andrés, en uno de mis primeros días en la Hermandad. Me lo presentaron con todos los honores que se merecía: “Te presento a nuestro hermano número uno, José Luis Jiménez”.

En una hermandad, donde por Reglas todos debemos ser iguales en derechos y obligaciones, siempre he creído que al número uno de la nómina hay que otorgarle un estatus especial, un reconocimiento que le haga sentirse respetado y considerado por sus hermanos de una forma distinta al resto de la comunidad.

No es algo nuevo: en la mayoría de las civilizaciones de la historia, la palabra de los mayores, de los ancianos, siempre fue tenida en cuenta y a ellos se les profesaba el máximo respeto.

Y respeto era lo que se respiraba al mirar a José Luis, pero es más: en las pocas palabras que llegamos a cruzar y en su mirada sincera, clara y limpia, sentí que ese mismo respeto era correspondido.

Los cofrades antiguos, los veteranos, quienes han vivido y conocido mil y una historias en su Hermandad, saben mejor que nadie que, en los momentos difíciles, hay que estar con la institución, más allá de personas o circunstancias. Y creo que fue entonces cuando, intercambiando algunas palabras, la última vez que besamos a su Virgen de Regla Coronada, él me mostró un apoyo que hoy agradezco como algo de lo mejor que me llevo vivido en esta Hermandad de los Panaderos.

Guardo en mi recuerdo la satisfacción y el orgullo con el que pediste la venia para tu cofradía este año, en el palquillo de la Campana, y que pude vivir en primera persona junto a José Luis Pérez. No todos los números uno de las cofradías realizan ese esfuerzo por cumplir, hasta su último aliento, con la obligación de vestir la túnica nazarena de su Hermandad. Eso se llama compromiso.

Se nos ha ido nuestro número uno a reunirse con el Señor del Soberano Poder en su Prendimiento y con su Bendita Madre, María Santísima de Regla Coronada, a la que a diario le pedía rezando por su Hermandad, por la fraternidad de sus hermanos de los Panaderos. Se nos ha ido un buen hombre, un buen padre de familia (y abuelo) y un buen cristiano y cofrade.

DEP

José de Cristóbal González

Publicado en Actualidad.